El acoso es un comportamiento deliberado o intencionado que utiliza palabras o acciones con la intención de causar miedo, intimidación o daño. El acoso incluye el comportamiento agresivo y hostil que es intencional e implica un desequilibrio de poder entre el acosador y el acosado y es un comportamiento que se repite en el tiempo en lugar de un incidente aislado. Este comportamiento puede incluir, entre otros, agresiones físicas y verbales, amenazas o intimidaciones no verbales o emocionales, acoso, exclusión y aislamiento social, extorsión, uso del ordenador o las telecomunicaciones para enviar mensajes vergonzosos, calumniosos, amenazantes o intimidatorios (ciberacoso). El acoso también puede incluir burlas, desprecios, insultos, rumores, acusaciones falsas y novatadas. La intimidación basada en el sexo, la raza, el color, la religión, el origen nacional, la ascendencia, el credo, el embarazo, el estado civil o la paternidad, la orientación sexual o la discapacidad o el impedimento físico, mental, emocional o de aprendizaje en sus programas o actividades educativas también está prohibida por la ley y la política de la Junta. Además, el Distrito prohíbe la intimidación o la discriminación sobre la base de la identidad de género y la expresión de género.